Hace 54 años mis padres emprendieron un viaje al que yo llamo independencia.

Esperando que las cosas cambiaran en Andalucía, mis padres tenían que tomar una decisión. Como padres, tenían la obligación de dar a sus hijos algo que ellos no pudieron disfrutar: una vida digna, algo que a ellos se les negó durante todo el tiempo en su lugar de nacimiento. No tuvieron la oportunidad de estudiar y trabajar, con lo cual no pudieron permitirse ni siquiera una vivienda adecuada a la familia que eran, ocho hijos, dos abuelos y el matrimonio.

Al igual que mucha gente decidieron emprender un viaje, unos ni siquiera se planteaban quedarse en España, se fueron a Alemania, a Francia, a Inglaterra. Mi padre conocía Barcelona porque venía a la feria de muestras y tuvo ocasión de conocer a los catalanes, así que decidió emprender ese viaje a un lugar que aunque parecía extraño y no se hablaba demasiado bien de él, mis padres apostaron por esta tierra, Catalunya, por lo cual les estaré eternamente agradecido.

Veníamos de una Andalucía propiedad de cuatro señoritos, la Casa de Alba, Casa de Aguilar-Priego, Casa de Alcalá, Casa de Arcos, Casa de Ayamonte, Casa de Medina-Sidonia, Casa de Olivares, etc. Eso no habría quien lo cambiara nunca, así que mis padres votaron ya en el año 1960 la Independencia.

Catalunya fue la independencia de mis padres porque tomaron la decisión de sus vidas. Ahora me toca a mí ejercer el voto de la vida de mi familia.

Nos quedan tres días para convencer a aquellos que no se atreven a votar independencia, nos quedan tres días para convencer a aquellos que no saben que votar independencia es votar futuro, votar independencia es votar oportunidades, votar independencia es votar trabajo, votar independencia es ser tú quien decide, votar independencia es justicia social. Votar Junts pel Sí para crear un país donde tú tienes la palabra.

Votar Junts pel Sí es el voto de tu vida.